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Creí haber encontrado el paraiso en Maya Bay , pero tras visitar esta playa Cretense creo que si existe el paraiso, debe de ser muy parecido a Balos.
Como casi todos los lugares salvajes y espectaculares,llegar no es tarea fácil, y aquí no iba a ser menos.
Localizada a unos 45 km de La Chania necesitas alquilar un coche para llegar allí, o contratar un servicio de crucero por varios sitios.
Para hacer estos 45 km tardas como una hora y media. Primeramente tienes que pillar la autopista como ellos la llaman, ésta recorre toda la isla longitudinálmente. No es realmente una autopista, es una carretera de doble sentido con anchos arcenes.
Los griegos no respetan las lineas y adelantan por todos sitios. Iba realmente en tensión. Comentar que alquilar un coche en Creta a mi me salió por 45€ día con todo incluido, incluso dejar el coche al final en el aeropuerto.
Vi algunas agencias que por 30€ te los alquilaban,pero no podías devolverlo en el aeropuerto.
Una vez llegas a Kissamos empieza lo peor, tras pagar un euro para entrar en una zona protegida, tienes que conducir por una carretera nefasta de acantilados y baches llenos de piedras. Sólo diré que para hacer estos 7 km tardas como 30 min.
Durante todo este recorrido, puedes ver cabras salvajes subidas en riscos de gran altura o pastanto a pie de acantilados sin denotar ningún tipo de sensación de miedo por caer al vacío.
Una vez llegas al "parking" por llamarlo de alguna manera, tienes que andar por montaña como 20 min hasta llegar a la playa.
Sinceramente, la primera sensación fue de una mezcla de nervios y de reposo absoluto, de entirme un auténtico privilegiado, una emoción y excitación dificil de explicar.....el día encima acompañó y cielo y agua ofrecían un entorno completamente azulado.
Llego a las 9 de la mañana, pues madrugué bastante y estaba practicamente vacía; esto la hace más especial si cabe. La arena es fina y partes son rosadas, de los pocos lugares en el mundo donde puedes verlo...
El agua es tan clara como una piscina y hay formado un lago de poca profundidad donde puedes relajarte y nadar sin oleaje. La parte abierta al mar, clarísima también, pero un poco mas brava.
Allí solo tienes un chiringuito para hidratarte y comer algo, no hay nada mas en kilómetros a la redonda...
Para comer volví para Kissamos, busqué un lugar local, no turístico.Localicé un restaurante donde tenían una comida local buenísima y muy barata.
Comí un pollo delicioso y un pastel tipo musaka pero sin carne, con mucha patata y verduras y un ligero toque de menta. Gente muy agradable y que lo recomiendo totalmente, un lugar sin lujos pero con lo mas importante,buena comida y buen trato, su nombre es Aghato.
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